Nuestros viñedos se caracterizan por tener suelos calizos y pobres en materia orgánica, marcados por una altitud de entre 850 y 1050 metros respecto al nivel del mar.

La pluviometría anual media oscila entre 300 y 400 mm, concentrándose estas lluvias en las estaciones de otoño y primavera. El clima es muy riguroso, seco y continental, con inviernos muy fríos, con veranos muy calurosos durante el día y frescos en la noche. Estas condiciones alargan el proceso de maduración.

Ese contraste de temperatura entre el día y la noche en el mes de agosto hace que nuestra garnacha tintorera concentre taninos y color en las fases últimas de maduración.

Una tierra única